El día 13 el pleno del ayuntamiento aprobó provisionalmente una Modificación Puntual de las Normas Subsidiarias de 1991, “Balcón de la Peñota”, con un voto en contra. Se trata de remediar la situación de las casas del Balcón que quedaron desordenadas con la entrada en vigor de las Normas del 91, para que recobren su valor y las obras sean autorizables. El plan ha sido informado desde las ópticas de género, infancia y protección civil y contra incendios, entre otras, y tras la desestimación de las 45 alegaciones, se manda ya a la Consejería de Urbanismo. El alcalde afirmó que se trata simplemente de “solucionar un problema de los vecinos”. El portavoz del PSOE dijo que “no es la mejor alternativa” pero que “parece viable”, y confiaba en los informes de la CM. El portavoz de ALM adujo que está redactada por el técnico que la aprueba y que “está mal pensada”. Pero al caldear este el ambiente, relatando el historial de su formación en la materia y subiendo el tono, no se pudo hablar con serenidad de lo que importa. Lo que más importa son los vecinos, que, según uno que tomó la palabra, son 99 familias, y alguna ya ha perdido su casa a los bancos. Por tanto, no nos oponemos a la Modificación. Pero nos inquieta que del mismo tiro se favorezca la apuesta de ONCISA, la inmobiliaria que compró la zona baja para dar un pelotazo a costa de este entorno. Parceló el paraje y le vertió hormigón y asfalto hasta que las Normas del 91 vinieron a frenar el desarrollo (y no solo en la Peñota). Y ahora que la naturaleza se está volviendo a imponer, ¿hay que regresar a los alegres 80 y seguir construyendo en las faldas de nuestra montaña? Creemos que no, por mucho que deseemos que los vecinos de arriba se ordenen.
Hoy celebramos el Día de los Humedales (aniversario de la Convención Ramsar) sumándonos a la petición de WWF de que no se rebaje el alcance de la Directiva Marco del Agua, la norma que protege nuestros sistemas acuáticos, según pretenden algunos gobiernos empeñados en diluir la legislación ambiental que es de lo mejor que nos ha dado Europa.
No vamos sobrados de humedales, pero sí tenemos charcas estacionales en las que se crían anfibios como sapos, ranas y gallipatos, así como el embalse de Los (H)irrios, una red de arroyos de agua impoluta y el río Guadarrama. Este ahora parece un basurero, pero contamos con el compromiso del ayuntamiento de organizar una jornada de limpieza y sensibilización, esperamos que este mes.
