27 de febrero de 2018

Milanos en Matarongiles

El milano real campea cada vez más por nuestro valle, sobre todo en la vertiente de la Peñota, girando y flotando en el cielo con una gracia que recuerda a la golondrina, con la que comparte cola ahorquillada. Menos ruidoso que el ratonero, el milano silba con tono lastimero. Entre España, Francia y Alemania vive el 75% de su población, casi amenazada por pesticidas y venenos así como por la pérdida de hábitats. Los invernantes pronto migrarán al norte a colgar sus nidos, pero otros anidan aquí.

De campeo en Los Llanos-Matarongiles

Aunque más grande que la “milana bonita” de Los Santos Inocentes (que era una grajilla), el milano real caza los mamíferos más pequeños, además de otras aves e incluso insectos y lombrices. No hace ascos a la carroña, y lamentamos que Madrid, a diferencia de otras comunidades, no permita abandonar reses muertas en el monte para que las carroñeras lo dejen limpio, ahorrando trabajo a los ganaderos. La obligación de recoger las reses la justificó la crisis de las vacas locas, pero hace ya tiempo que a la cabaña le volvió la cordura.

Como dice la misma Comunidad, el Guadarrama tiene “gran potencial como destino ornitológico”. Pero para esto debemos atraer a aves, y aunque un muladar sí puede provocar acumulaciones, un choto que ha sucumbido en el monte supone una comida para los carroñeros que no lleva a la masificación. Así, con reses disponibles, los buitres no tendrían que atacar a terneros y conviviríamos mejor con todas estas aves tan espectaculares.