27 de marzo de 2018

La hostelería molinera con la Hora del Planeta

Gracias a todos los establecimientos que participaron en este gesto para llamar la atención sobre el problema del cambio climático.

La Hora del Planeta en La Galería:

21 de marzo de 2018

Hora del Planeta: 24 de marzo de 20:30 a 21:30


Como asociación adherida a la Hora del Planeta, la iniciativa de WWF para dinamizar la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, Entorno Los Molinos anima a las instituciones y establecimientos molineros a sumarse, comprometiéndose a consumir energía de una forma racional, y apagando las luces el sábado de 8 y media a 9 y media.

Nuestra época está encadenando los años más cálidos de la historia, con prolongadas olas de calor y sequías y fenómenos extremos cada vez más frecuentes. Por tanto con la Hora del Planeta la idea no es ir contra nadie –ni siquiera contra las eléctricas– sino que la ciudadanía se manifieste a favor de medidas para limitar los daños. Porque aunque cada uno ponga de su parte consumiendo con moderación, es tarea de gobiernos legislar para que la biosfera siga siendo habitable.

Hemos pedido al ayuntamiento que se sume, y proponemos a los bares y restaurantes del municipio que hagan lo propio, poniendo velas en lugar de luz eléctrica el sábado de 20:30 a 21:30, y ofreciendo aperitivos que si son de carne, sean de km 0, de nuestra Sierra. Después, vuelta a la normalidad, concienciados.

Es un gesto simbólico desde luego, pero si no, ¿cómo exigir que nuestros hijos, sobrinos y nietos hereden la casa común en condiciones? Si les toca vivir un mundo de caos y conflicto, nos preguntarán qué hicimos para evitarlo.

14 de marzo de 2018

Día del Agua 2018

Con motivo del Día Mundial del Agua (22 de marzo), celebramos las aguas impolutas de nuestros arroyos, ahora crecidos con la lluvia tras una larga sequía (que aún así se anuncia estructural, con el desajuste climático). “Alabado seas, mi Señor, escribió San Francisco de Asís, por la hermana Agua”. Marx y Engels, por su parte, denunciaron la alteración de las cuencas vertientes que deja “sin agua sus fuentes”. Porque sin bosques (que tienen su Día Mundial el día 21) no hay agua.

Según la Comunidad de Madrid, al desaconsejar en 2002 nuevas construcciones en las afueras de Los Molinos, nuestro término “en las laderas de Siete Picos” sirve de “área captadora de agua, declarada Zona Sensible dentro del Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo, cuya pervivencia, de continuar la tendencia de crecimientos y ocupaciones del suelo (...) está seriamente amenazada, con las consiguientes consecuencias sobre los recursos que abastecen a la Comunidad”.

Consecuencias como las que se están viendo en Ciudad del Cabo (una urbe próspera de 3 millones y pico de habitantes, como Madrid capital), donde se ha fijado un tope de consumo de 50 litros por cabeza y se prevé cerrar los grifos en mayo, tras una etapa de “urbanización y corrupción” que nos debe de sonar.

Otras urbes cuidan de sus cuencas vertientes, como Munich o Nueva York y cada vez más ciudades, al proteger el suelo y fomentar la ganadería extensiva y la agricultura ecológica para que el agua que se capte sea limpia. Para ello se reparten ayudas que resultan una inversión rentable, al caer los gastos de potabilización y de depuración y, con el tiempo, de salud.

Se advierte que el agua será fuente de conflictos (y ya lo es), y que las guerras por el petróleo darán paso a otras por el agua. Y aunque no seamos más responsables que otros del derroche consumista que lleva a la guerra, como custodios del agua de Madrid, al preservar el suelo por el que se cuela, contribuimos a la paz.

Algunos arroyos molineros, sin embargo, estuvieron secos hasta el último día de febrero, cuando por fin nos llegó una borrasca, impulsada por el calor del Ártico. El de Matarrubia tenía un triste aspecto (aunque suele ser estacional), y pocos han visto el de la Ventilla casi seco en febrero, y así estaría aún de no ser por el frente ártico.
Los arroyos de piedemonte, aunque decaen a finales del verano, no han dejado de bañar la cuenca a través de Matarongiles. El de Majaltobar(es) tenía un caudal generoso hasta en febrero, al igual que el de la Peñota. Ídem el de los (H)irrios (o de las Pilillas), cuyas aguas retiene su presa mellada. Los arroyos de los Robalejos y de las Atalayas también bajaban caudalosos incluso con la sequía, mientras que el de los Mingones perdió más caudal.

Todos alimentan un río que sufre múltiples agresiones, según un reciente diagnóstico. Este estudio denuncia invasiones de las márgenes que estrangulan el río, alcantarillado en el mismo cauce con riesgo de infiltración, acumulación de residuos y escombros, vertidos de aguas negras y de aceites, etc. Aún así, perviven peces como el calandino y la lamprehuela.

El estudio propone atajar el “descontrol de los últimos años” en lo urbanístico, y derruir las usurpaciones “que no sean vivienda propiamente dicha”. Hay que “despejar el cauce de escombros”, “alejar las redes de saneamiento” y “derruir las tapas y elementos de hormigón que ya no están en uso”. Y aboga por un “plan de gestión integral”, cuya ausencia “deja desprotegido el ecosistema del río”. Con lo cual la Confederación Hidrográfica tiene tarea.

No en vano, en vísperas del Día del Agua, se trataría, como apuntaron en la jornada de limpieza que convocamos de la mano del ayuntamiento, de dejar de vivir de espaldas al río que al pueblo le dio razón de ser.
El río Guadarrama donde bordea el Parque del Doctor Rodríguez Padilla (Foto: Adela)

2 de marzo de 2018

De sabios

Felicitamos al ayuntamiento y a todos los que han apoyado a la Plataforma por Los Llanos por la retirada, según anunció ayer el alcalde, del proyecto de club deportivo que se quería construir en Los Llanos-Matarongiles. Al promotor le deseamos suerte para encontrar otra parcela más adecuada. Y no criticamos al ayuntamiento por querer hacer cosas, pero es que la dinámica para ello ha de ser distinta. 

Con un brindis por los que han luchado por preservar el entorno natural y también por los que han sabido rectificar, declaramos nuestra plataforma disuelta.